Web del Ayuntamiento de Villarrobledo

Manuel Valero es un villarrobledense que ha dedicado su vida profesional al estudio del funcionamiento del cerebro. Sus inicios formativos en nuestra ciudad, le llevaron a licenciarse en ciencias Biológicas en la Universidad Complutense de Madrid, llegando a doctorarse después den bioquímica, biología molecular y biomedicina.

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Su curiosidad e inquietud por la investigación le han llevado a completar su formación en ciudades europeas como Hungría o en la Universidad de Oxford, en Inglaterra, pero también en Estados Unidos, en la Universidad de Nueva York.

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En la actualidad se encarga de la puesta en marcha de su propio laboratorio de investigación en el Hospital del Mar de Investigaciones Médicas, en Barcelona y ahora, aprovechando las fiestas navideñas y la visita a su ciudad natal, ha sido recibido por el Alcalde, Valentín Bueno, quien le ha dado la enhorabuena por su espectacular currículum y por su exitosa carrera profesional, a pesar de su juventud.

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Para el Alcalde es un orgullo ver como villarrobledenses, formados en nuestros colegios e institutos, consiguen a base de esfuerzo, constancia y vocación conseguir grandes logros y en este caso, abrirse paso en un mundo tan complicado y competitivo como es la ciencia y la investigación.

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Una apuesta por la formación y el estudio, apoyado por sus padres que le ha llevado a recorrer diferentes países en su estudio, establecido ahora en España, encargado de su propio laboratorio, lo que da muestra del reconocimiento profesional de Manuel dentro de su ámbito, siendo un ejemplo, según señala el Alcalde, para los estudiantes que se encuentran actualmente en nuestros centros educativos y que ven como con tesón y esfuerzo se puede llegar lejos.

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Bueno ha transmitido un mensaje a Manuel Valero, para que no olvide sus raíces y no olvide a Villarrobledo, agradeciéndole la visita a pesar del poco tiempo del que dispone para disfrutar de la familia y amigos antes de volver al trabajo.

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Por su parte, Manu, como le gusta que le llamen, habla de su recorrido formativo y profesional hasta llegar a Barcelona, trabajando en el montaje de su propio laboratorio, señalando que es un proceso lento pero ilusionante para él que ya comienza a dar sus frutos.

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Manuel apunta que se en su formación eligió la neurociencia como especialidad, dedicado a investigar “como funciona el cerebro, cómo se generan recuerdos, cómo percibe nuestro cerebro el mundo” y cómo influye esto a la hora de tomar decisiones. Una rama de la investigación interesante, buscando respuestas a en un ámbito aun muy desconocido.

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Añade que con los avances tecnológicos y la nuevas técnicas de investigación, “es un momento dulce para hacer neurociencia”, señalando que disfruta mucho con lo que hace y con el trabajo que realiza junto a su equipo en este ámbito.

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Manu explica que ya en el instituto se decantaba por la biología pero sin tener claro hacia donde le llevaría su futuro profesional, algo que fue desarrollando a lo largo de sus estudios universitarios, tomando las decisiones oportunas para ir avanzando en algo que a día de hoy es su pasión.

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El doctor villarrobledense señala que además de la formación académica ha podido vivir numerosas experiencias personales en todos los lugares que ha recorrido durante su trayectoria formativa y profesional, algo que dice que le ha enriquecido, conociendo culturas y la forma de trabajar de otros lugares, haciendo amigos y completando su experiencia vital.

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En todo este recorrido, Manuel Valero ha recibido numerosos reconocimientos y premios tanto nacionales como internacionales, el último de ellos, el Premio Nacional de Investigación de la Fundación Tatiana, otorgado por la Sociedad Española de Neurociencia. Un Premio que le ha permitido, dice, reconectar con este campo en su país.

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Manu lanza un mensaje a los jóvenes estudiantes que tiene un sueño o una vocación a futuro. Señala que en su caso ha sido una gran aventura y se declara un idealista que supo apostar por lo que le motivaba, animando a ser valientes y perseguir sus ilusiones porque añade que “realmente merece la pena”.