Web del Ayuntamiento de Villarrobledo

Cuarenta y un exalumnos y exalumnas de la promoción de 1972 del IES Virrey Morcillo se han reunido hoy después de 51 años de haber terminado sus estudios, una quedada emocionante en la que muchos de ellos llevaban sin verse desde la última reunión que realizaron hace ya 25 años.

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La jornada comenzaba con una visita al Instituto, recorriendo aulas y pasillo, señalando, Ángela Cabellero, una de la exalumnas que todo se ve diferente ahora con la perspectiva del tiempo. La visita les llevaba después al Ayuntamiento, donde les recibía el Alcalde Valentín Bueno guiándoles por los lugares más emblemáticos del Consistorio.

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Pedro López Gayarre, otro de los exalumnos incide en que de los 41 compañeros que se daban cita hoy, muchos de ellos, no eran de Villarrobledo en su época de estudios, si no que llegaban de diferentes localidades no solo de Castilla La mancha sino también del país, siendo nuestra ciudad un referente educativo en aquellos años.

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Importante el esfuerzo que han realizado quienes viven actualmente fuera de la localidad pero acudiendo a la cita con ilusión y emoción por volver a reencontrarse, recordar aventuras estudiantiles y conocer qué ha sido de sus vidas en todos estos años.

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Todos ellos, han disfrutado de la buena gastronomía de Villarrobledo aprovechando y disfrutando de la tarde que seguro que les sirve para organizar una nueva reunión y volver a compartir momentos especiales como el de hoy.

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El Alcalde, Valentín Bueno ha agradecido la visita de los exalumnos del 72 al Ayuntamiento, felicitándoles por este encuentro, señalando que se pone de manifiesto el compromiso que Villarrobledo ha tenido siempre con la educación que en décadas pasadas ya acogía a alumnos y alumnas de diferentes puntos de España.

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Un compromiso que continúa a día de hoy, contando nuestra ciudad con una amplia oferta educativa, formando niños y jóvenes en colegios e institutos, siendo Villarrobledo un referente comarcal a nivel educativo

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Para Valentín Bueno es destacable que en un momento en el que la educación no era obligatoria, una generación de jóvenes de entonces apostaran por formarse y labrarse un futuro profesional, abriendo puertas y rompiendo barreras para los que han venido detrás, contando con el apoyo de sus familias, que vieron en la formación una oportunidad para sus hijos e hijas.